Alternativas al Desarrollo: Encuentro internacional para gestar debate, ideas, 29/03/2011

 http://www.rosalux.org.ec/actividades/eventos/211-alternativas-al-desarrollo-gestando-debate-ideas

por Maristella Svampa, Universidad de La Plata, Argentina

Entre los días 12 y 18 de marzo estuvo presente en el Ecuador el Grupo Permanente de Trabajo sobre “Alternativas al Desarrollo”, compuesto por una veintena de investigadores y activistas de América Latina y Europa, por iniciativa de la Fundación Rosa Luxemburg.

El objetivo del encuentro fue el de aportar a un análisis y discusión sobre las alternativas al modelo de desarrollo dominante que hoy recorre toda América Latina, con énfasis en las experiencias de Bolivia, Ecuador y Venezuela. El arribo del grupo a Quito coincidió con el terremoto y tsunami en Japón, y la posterior emergencia nuclear,  que volvió a colocar en la agenda global la cuestión de la viabilidad de las centrales nucleares, hasta hace poco tiempo defendidas de manera acérrima tanto en los países del centro como de la periferia.

Provenientes de seis países de América Latina -Argentina, Colombia, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela-, y con la participación de otros investigadores y activistas de Alemania, España, Francia y Austria, la delegación recorrió durante los  primeros días la zona de Intag, cantón de Cotacachi, provincia de Imbabura, donde actualmente se llevan a cabo experiencias locales de alterdesarrollo. Situada en una zona de gran importancia hidrológica, el nombre de Intag es emblemático en América Latina, a raíz del éxito de las comunidades en la lucha contra la minería a gran escala.

La delegación tuvo la oportunidad de visitar varias localidades, ubicadas en una región privilegiada, recorrida por ríos serpenteantes y caudalosos, y rodeada de cerros exuberantes, que por momentos se hallan cubiertos por densos bosques de neblina. Como escribió alguna vez el poeta Henri Michaux, “Quien no ama las nubes, que no venga al Ecuador. Estas son los perros fieles de la montaña. Grandes perros fieles que coronan altamente el horizonte”.

alt_web06Tanto en Nangulví como en Apuela, los habitantes fueron presentando las diferentes experiencias productivas y ambientales que cubren un ámbito que va desde la producción agroecológica (café orgánico Intag, de alta calidad, que hoy se exporta al Japón, entre otros países, panela orgánica, maíz, frejol); artesanías y confección (jabones y otros productos); ecoturismo (complejo en Nangulví), además de radio y periódico comunitarios.

Hubo también momentos para el relato minucioso de las luchas, por parte de miembros de la DECOIN (Defensa y Conservación Ecológica de Intag), que arrancaron en 1995, y tuvieron como resultado la expulsión de dos multinacionales mineras que se porponían explotar el cobre en la zona de Junín. Estuvieron presentes, entre ellos, militantes de gran experiencia, como Carlos Zorrilla, autor del conocido manual Protegiendo a su comunidad contra las empresas mineras y otras industrias extractivas, una guía para promotores y activistas comunitarios que puede encontrarse por internet. Asimismo, en las cabañas Río Lindo, cerca de la localidad de Cuellaje, la Coordinadora de Mujeres dio cuenta de las dificultades de su accionar, en un marco en el cual la lucha de las mujeres tiende a subalternizarse muy rápidamente o simplemente, a carecer de apoyos comunitarios.

El día martes 15 de marzo, la delegación ya estaba de regreso en Quito, donde se llevó a cabo la jornada sobre el tema “Estado, políticas públicas y Buen Vivir: Alternativas al desarrollo”, en el hemiciclo de FLACSO. Las palabras de bienvenida de Miriam Lang y Karin Gabbert de la Fundación, colocaron como punto de partida la necesidad de deconstruir el concepto de desarrollo, que hoy vuelve de la mano del extractivismo,  y a debatir alternativas superadoras. Señalaron asimismo las diferencias entre los debates latinoamericanos y aquellos que se realizan en Europa, donde la problemática del Desarrollo transita en la actualidad otros andariveles, sobre todo, ligados a la crisis económica y financiera, en el marco de gobiernos conservadores o de derecha.

Los miembros del grupo presentaron ponencias acerca del Estado y los procesos de cambio (Edgardo Lander y Ulrich Brand); el Buen Vivir como horizonte de crítica al concepto de desarrollo (Elisa Vega Sillo y Koldo Unceta), el extractivismo y los movimientos sociales (Maristella Svampa) y las perspectivas más allá del extractivismo (Alberto Acosta, Eduardo Gudynas). Hubo un consenso sobre el momento crucial que vive la humanidad, así como también de la gran paradoja latinoamericana, que marcan la coexistencia de gobiernos progresistas, con una vocación por la transformación social, con modelos extractivistas, altamente destructivos en términos sociales y ambientales. La jornada contó con un  público que colmó las instalaciones e intervino de manera muy activa en las discusiones, sobre todo para puntualizar y discutir los casos de Ecuador y Bolivia, sin duda los más resonantes a nivel continental, a la hora de dar cuenta de las tensiones y contradicciones de los gobiernos de izquierda hoy en el poder. En el cierre, tuvo lugar la presentación de Magdalena León del libro, Maldesarrollo y mal vivir: Pobreza y Violencia a escala mundial del español José María Tortosa, publicado por AbyaYala y financiado por la Fundación como parte de una serie de libros sobre temas de soberanía, agua, desarrollo y buen vivir.

alt_web07La jornada en FLACSO fue sin duda una excelente introducción para los casi tres días de taller que el grupo compartió entre los días 16 y 18 de marzo, en Puembo. En primer lugar, volviendo a la situación paradójica que hoy transita América Latina, y como punto de partida para pensar las alternativas, se señalaron las principales perspectivas teóricas y epistemológicas que recorren el paisaje militante e intelectual: la ambientalista, la indigenista, la nacional-popular y la ecofeminista. Asimismo, se subrayó la importancia de las luchas en torno a la defensa de la tierra y el territorio que hoy se desarrollan en América Latina, y la problemática de las escalas, a la hora de pensar las alternativas al desarrollo (lo local, lo nacional-regional, la latinoamericana).

Hubo acuerdos en el grupo de discusión acerca de que un conjunto de “alternativas” dentro del desarrollo convencional serían insuficientes frente al extractivismo, y que es  necesario pensar y elaborar alternativas al desarrollo. De acuerdo al texto de Gudynas, “los desarrollos alternativos pueden jugar un papel importante en la transición, pero las alternativas al desarrollo apuntan a romper el cerco de la racionalidad actual para moverse hacia estrategias radicalmente distintas, no sólo en su instrumentación, sino que también en sus bases ideológicas.” De esta manera, pensar la transición requiere de un conjunto de políticas públicas que implicarían una articulación entre la cuestión ambiental (límites a la producción, umbrales de consumo ostentatorio) y la cuestión social (umbral de pobreza y redistribución de la riqueza).

También se abordó la cuestión del rol del Estado, y se hizo énfasis en varias problemáticas, entre ellas, la asociación entre los modelos de Estado y de extractivismo y sus consecuencias históricas (modelo rentista y autoritarismo); las deficiencias en el campo crítico a la hora de analizar políticas públicas, la necesidad de repensar la hegemonía, en ausencia de un proyecto unitario, las características monoculturales y patriarcales del Estado realmente existente, más allá de los discursos con tintes despatriarcalizadores; la falta de conexión entre las luchas contra el extractivismo, situadas en el ámbito rural o en pequeñas y medianas localidades, y los movimientos sindicales y territoriales de los grandes centros urbanos, mayoritarios en nuestros países.

alt_web09Resultó muy interesante y aleccionadora la intervención de Raúl Prada, ex constituyente y ex viceministro del gobierno boliviano, quien resumió los avatares del   “Plan Plurinacional del Vivir Bien” del Ministerio de Planificación del Desarrollo en Bolivia, y la Ley sobre la Pachamama, elaborada por las organizaciones que componen el Pacto de Unidad. Las tensiones que se viven en el gobierno de Evo Morales, que actualmente apuesta al desarrollo de grandes proyectos productivos, con base extractivista, son hoy motivo de gran preocupación y fuente de oposición desde diferentes organizaciones indígenas y campesinas rurales.

Fue importante en este tramo la reconsideración de dos elementos base para la discusión: el primero, la afirmación de que no existe una cosmovisión indígena única, punto de partida de aquello que hoy adopta el nombre de “buen vivir” o el “vivir bien”. El vivir bien, en tanto horizonte utópico y concepto en construcción, responde en su origen a una pluralidad de cosmovisiones indígenas, y sería erróneo pretender encerrarlo en una fórmula vernácula única, atribuible a un pueblo o una cultura, o en un nuevo esquema binario que termine por fundirse con las dicotomías ya establecidas desde el discurso colonial.

El segundo elemento repuso en la agenda las razones  por la cual en la propia discusión se hacía hincapié en los tres países mencionados (Bolivia, Ecuador y Venezuela). Sin duda, estos tres países ilustran el resultado de un proceso de empoderamiento de la sociedad, visible en la creación de nuevas propuestas políticas e institucionales (nuevas constituciones, Estado plurinacional, gobiernos populares). Sin embargo, estos avances hoy corren el riesgo de ser expropiados por gobiernos que, entre otras cuestiones, terminan por aceptar la división global y territorial entre los países del centro y  de la periferia, así como celebran las “ventajas comparativas” que ofrece el actual ciclo económico. Las luchas llevadas a cabo por organizaciones campesino-indígenas y diferentes movimientos socioambientales en toda América Latina, nos recuerdan que el extractivismo está lejos de ser un destino: es una opción política y civilizatoria, que va reconfigurando negativamente nuestros territorios y economías y genera nuevas dependencias. Cada vez exportamos más materias primas, lo cual aparece reflejado en la concentración económica, en la especialización productiva, así como en la consolidación de enclaves de exportación, rasgos que históricamente fueron criticados tanto por el desarrollismo como por el marxismo.

alt_web010Ciertamente, las discusiones acerca de las alternativas al modelo de desarrollo dominante hoy en América Latina y su vínculo con la globalización asimétrica no son nuevas en la región ni tampoco únicas en el mundo, pero sin duda la envergadura y la vertiginosidad de los proyectos que hoy masivamente se planifican en el continente han puesto en alerta máxima a organizaciones, activistas e intelectuales del más diverso cuño sobre la necesidad de elaborar propuestas alternativas creíbles, que sin dejar de tomar en cuenta los modelos ejemplares existentes (casos testigos como el de Intag, economías locales y regionales, o experiencia de comunidades indígenas), se planteen en una escala más general, tanto a nivel nacional y regional, como global.

La experiencia de la discusión en Puembo se cerró con nuevas propuestas de trabajo, que deberán incluir, en el mediano plazo, un análisis de la dimensión más específicamente cultural. No sólo porque la persistencia de los imaginarios desarrollistas en estas latitudes así lo amerita, sino porque es necesario incluir un análisis más fino que vaya más allá del enfoque crítico sobre la apropiación y explotación de los bienes comunes, y reflexione sobre lo que el paradigma del consumidor individualista (esto es, la lógica cultural del capitalismo avanzado) ofrece como modelo del “buen vivir” a los sujetos tanto de los centros urbanos como rurales.

Termino con dos frases. Una de ellas de Mario Rodríguez, uno de los fundadores del centro cultural Wayna Tambo, situado en El Alto, Bolivia, quien señaló que el carácter del grupo reunido en Puembo no se definía por la discusión académica o por la creación de un grupo de investigación, sino más bien por la circulación de conocimiento y por el tenor de un debate que es esencialmente político. La segunda frase vino de  parte de un joven ecuatoriano, y me quedó resonando cuando la escuché en Nangulví, en el declinar del primer día de viaje: “Si no hubiese estado presente la amenaza minera, no se hubiera dado la experiencia de Intag”. Es efectivamente desde abajo que la paradoja latinoamericana nos llena de acechanzas, pero al mismo tiempo nos impulsa y desafía a pensar y elaborar alternativas superadoras.