Por Diana Kordon, Maristella Svampa y Patricia Zangaro
Perfil, 12/01/2013
El 22 de diciembre de 2011, con el voto de las fuerzas del oficialismo, el Senado aprobó la Ley Antiterrorista, impulsada por el Poder Ejecutivo. Fue la gota que colmó el vaso. Un grupo de intelectuales, artistas y trabajadores de la cultura, comprometidos con los derechos humanos de ayer y de hoy y con las luchas por una sociedad justa, igualitaria e inclusiva, decidimos que habÃa llegado el momento de construir una voz colectiva que recuperara la posibilidad de pensar crÃticamente la realidad, por fuera de los esquemas binarios instalados en el paÃs luego de ocho años de hegemonÃa kirchnerista.
Pocos dÃas después, nacÃa Plataforma 2012. Nuestro primer documento se llamaba precisamente “Plataforma para la recuperación del pensamiento crÃticoâ€, y en él denunciábamos la creciente criminalización de la protesta social con una escalofriante enumeración de las vÃctimas asesinadas en los últimos años, vinculadas en su mayorÃa al reclamo por la tierra, como consecuencia de la expansión del modelo sojero y extractivista implementado por el Gobierno nacional, en alianza con los gobiernos provinciales. Señalábamos también los vÃnculos entre el Gobierno y las grandes corporaciones, como las compañÃas productoras de granos o la Barrick Gold, como eje de ese modelo económico dependiente. Y expresábamos nuestra inquietud por la profundización de las diferentes formas de desigualdad (económica, social, territorial, habitacional, de acceso a la educación y la salud, de género), ignoradas o tergiversadas a través del falseamiento de la estadÃstica pública desde la intervención polÃtica del Indec. Nos proponÃamos, en fin, deconstruir el relato oficial, que “por vÃa de la negación, ocultamiento o manipulación de los hechos, pretende investir de gesta épica el actual estado de cosasâ€.
A un año de la aparición de Plataforma 2012, el cuadro de situación empeoró de manera alarmante. Durante 2012, aumentó la criminalización de la protesta. Sólo en Catamarca hubo siete acciones represivas contra pobladores que luchan contra la megaminerÃa. La decisión del secretario de Seguridad, Sergio Berni, de llevar detenidos a Campo de Mayo a manifestantes que cortaban la Panamericana nos retrotrajo a las épocas más sombrÃas de nuestra historia reciente. La masacre de Once puso al desnudo la trama de corrupción e impunidad que anida en la relación del Gobierno con empresas que reciben subsidios millonarios. La alianza con las corporaciones transnacionales alcanzó su máxima expresión en los acuerdos con Monsanto, que autorizan la construcción de dos plantas experimentales en Córdoba, mientras se avanza en el Congreso Nacional con una nueva ley para la privatización de las semillas. La expropiación al Grupo Repsol, que prometÃa la esperada recuperación de YPF, fue seguida por la asociación con grandes empresas extranjeras, y su reestructuración apunta a la explotación del gas no convencional (shale gas), prohibida en varios paÃses (Francia, Bulgaria y varios estados de Estados Unidos), por sus nefastos efectos ambientales. Las diferentes formas de desigualdad eclosionaron de manera dramática en los saqueos a supermercados de fines de diciembre, que tuvieron su epicentro en Bariloche.
Frente a estos y tantos otros hechos, el Gobierno reforzó su discurso antinómico y continúa escribiendo su relato mistificador, sostenido también por diferentes voceros e intelectuales oficialistas, que busca convertir en gesta “nacional y popular†cada una de sus acciones, obturando la posibilidad de la crÃtica, manipulando consensos y falseando estadÃsticas, mientras se afianza la persistencia de lo mismo que aparenta cuestionar y se multiplican acuerdos y prebendas a conglomerados multinacionales.
A pesar de las operaciones que desde su surgimiento pretendieron descalificar y minar al colectivo Plataforma 2012 y de las dificultades propias de la construcción de un espacio plural e independiente, en un año de trabajo nos hemos ido consolidando como grupo de reflexión y producción de pensamiento crÃtico a través de la organización de una serie de debates públicos, que contaron con la participación de especialistas y de reconocidos referentes y luchadores sociales. Elaboramos también ocho documentos que aluden a cuestiones medulares de la agenda polÃtica y pública, y que ahora publicamos como libro virtual para su mejor difusión y circulación, disponibles en la página www.plataforma2012.org.
A lo largo de este primer año de existencia, fueron muchos quienes, desde diferentes ámbitos y puntos del paÃs, nos hicieron llegar su saludo entusiasta y apoyo activo, subrayando a través de ello la existencia de un pensamiento popular y crÃtico, por fuera y más allá de la hegemonÃa cultural del oficialismo. Desde Plataforma 2012 esperamos seguir contribuyendo a dar visibilidad a esas voces y a promover el debate de las grandes cuestiones nacionales, desde una perspectiva popular y emancipadora.