– HISTORIA SOCIAL EN LA FIESTA DE LA PALABRA –

Maristella Svampa, Andrés Dimitriu y José María Mendes conformaron la mesa de cierre del cónclave académico que deliberó en Bariloche. El espacio se sumó a la feria del libro en la Sala de Prensa. Fuertes cuestionamientos.

Un fuerte cuestionamiento al modelo extractivo se puso en común durante el panel que cerró a las V Jornadas de Historia Social de la Patagonia, espacio que funcionó como una de las actividades de la Fiesta de la Palabra. La mesa exploró la relación entre Historia y Medioambiente con la participación de José María Mendes, Andrés Dimitriu y Maristella Svampa. En particular, los dos últimos no escatimaron críticas al gobierno nacional, a quien adjudican responsabilidad por la generalización de la mega-minería, la explotación de hidrocarburos no convencionales y el permanente corrimiento de la frontera agropecuaria en beneficio del complejo de la soja.La oriunda de Allen habló en último término y se refirió al esquema que define como Consenso de las Commodities. Según la investigadora, así como durante los 90 nuestros países funcionaron bajo al Consenso de Washington (ajuste estructural, flexibilización laboral, privatizaciones y liberalización de los mercados de capitales, entre otras características), en la actualidad aceptan sin chistar que América Latina deba consagrarse a exportar “a gran escala productos estandarizados”, en general materias primas como “soja, metales y minerales e hidrocarburos”, inclusive a través de re-configuraciones del espacio como la IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) que dicho sea de paso, en nuestra zona se expresa a través del proyectado Corredor Bioceánico.

Antes de arribar a su descripción del esquema, la autora de tantos ensayos –entre ellos “15 mitos y realidades de la minería trasnacional en Argentina”- aclaró que el suyo es un enfoque interdisciplinario y que la discusión que propone “no es una controversia socio-técnica”, es decir, de ella “no participan sólo los expertos”. Además, trajo a colación que del debate participan “nuevas disciplinas o enfoques”, como “el eco-feminismo o la economía ecológica”, las que confluyen para elaborar una crítica hacia los modelos de desarrollo.

También admitió Svampa que el esquema extractivista genera “una brecha importante en el progresismo. En los 90 estábamos todos juntos contra el neoliberalismo” pero en la actualidad existen diferencias importantes con el oficialismo. En ese marco, sostuvo que “no es fácil construir un saber crítico e independiente, que no se puede hacer de otra manera que desde abajo y acompañando las luchas”, proclamó.

Democracia en duda

El momento se caracteriza “por la vuelta de ciertos temas”, entre ellos, discutir qué se entiende por desarrollo, como característica de la modernidad. Pero quizás el aporte más importante o novedoso que compartió la socióloga en la Sala de Prensa de la Municipalidad, consistió en poner de relieve cómo la profundización del modelo extractivo sitúa en un espacio dubitativo la vigencia de la democracia, ya que se trata de un esquema que se implanta “desde arriba hacia abajo” a partir del rol estelar de las trasnacionales. En el mejor de los casos, la actitud de “los gobiernos progresistas se limita a disputar el control de la renta extractiva” pero jamás a cuestionar el Consenso de los Commodities.

En consecuencia, el “neo-extractivismo” se caracteriza por “una sobre explotación de los recursos naturales y un proceso de re-primarización de la economía con agudización de los monocultivos”. Svampa no perdió la oportunidad de puntualizar la importancia creciente que desempeña en el proceso China, con su interminable demanda de granos y recursos naturales. Además, el modelo se caracteriza por “la dinámica del enclave”, es decir, emprendimientos mega-mineros o de explotación de hidrocarburos que “no generan encadenamientos productivos” y más bien, “exacerban la dependencia”. Apreciaciones muy contundentes que al menos entre el auditorio, nadie pudo rebatir.

“Los peronistas tienen que leer a Juan Perón”

“Que se dejen de decir peronistas”, provocó Andrés Dimitriu, docente de la Universidad Nacional del Comahue e integrante del Grupo de Reflexión Rural, entre otros antecedentes. El investigador que habitualmente reside en General Roca, también fustigó el modelo extractivo pero fue más allá e increpó a los partidarios del actual gobierno, a quienes invitó a leer un documento que Juan Perón dio a conocer en 1972, en cuyo transcurso esbozaba un pensamiento ecologista y advertía sobre el agotamiento de los recursos.

Entre muchas otras críticas, Dimitriu avisó que “Río Negro y Neuquén traen mil millones de dólares por año en alimentos”, como manera de señalar el carácter inviable que tiene el funcionamiento de la agroindustria. Mencionó como sustento a varios autores, uno de los cuales estudió cómo “la organización de los nacionalsocialistas alemanes pasó a las trasnacionales y los gobiernos”. Además, caracterizó a la IIRSA como “el esquema de saqueo colonial más grande de la historia”.

Por su parte, Mendes repasó someramente “Los límites del crecimiento”, documento fundacional que elaboró el Club de Roma en 1972, en el cual se advertía hace más de 40 años que la lógica económica que todavía prevalece no es sustentable. También trajo a colación la respuesta regional a esa iniciativa, que se llamó “El modelo mundial latinoamericano”, en cuya confección tuvo incidencia la Fundación Bariloche. “Una solución ética y política, no europea y técnica”. El docente de El Bolsón finalizó su alocución con la enumeración de “siete luchas” para contrarrestar el colapso que se avecina. Una de ellas debe ser “por el decrecimiento, porque no se puede crecer al ritmo que se está creciendo”, según subrayó.