Para pensar por fuera y más allá del dogma kirchnerista Por Maristella Svampa Y Patricia Zangaro INTEGRANTES DE PLATAFORMA 2012Â
Hay que evitar encapsular el debate entre posiciones K o anti K y discutir en serio desigualdades, vÃnculos del Gobierno con corporaciones y violación de derechos básicos.Â
Plataforma es un espacio colectivo en formación, que nuclea a intelectuales y trabajadores de la cultura provenientes de diversos ámbitos, preocupados por los derechos humanos, de ayer y de hoy, asà como de las diferentes formas de desigualdad que atraviesan la sociedad argentina actual. Surgió de la convicción de que resulta imperioso crear una voz independiente de los diferentes poderes (polÃticos, económicos, mediáticos), sin caer en el peligroso juego de los reduccionismos y las polarizaciones descalificadoras que promueven encapsular el debate en una disputa entre posiciones pro-K y anti-K.  En esta lÃnea, Plataforma 2012 aspira a la construcción de un colectivo pluralista y democrático, aun si por el momento señala sólo un punto de confluencia en torno a ciertos posicionamientos, temas y necesidades que han sido expresados en el documento inicial, dado a conocer a comienzos del nuevo año. Entre otros, destacamos tres tópicos, que deben ser subrayados: desigualdades, vÃnculos entre Gobierno y grandes corporaciones y violación de derechos básicos hoy.Â
En este sentido, lejos de plantear un “debate entre intelectuales†como cierta lógica mediática ha querido instalar, Plataforma 2012 se plantea como un colectivo que se propone debatir abierta y públicamente los grandes temas nacionales que no figuran en la agenda polÃtica y que comprometen el presente y el futuro de nuestro paÃs. Respecto de lo primero, pensamos que una mirada rigurosa sobre la cuestión de las “desigualdadesâ€, asÃ, en plural, debe abarcar las diferentes dimensiones y registros que ésta posee, pues no es algo que se mida solamente en términos de ingreso. AsÃ, existen varios indicadores, que lejos de presentar un perfil promisorio, nos señalan un reforzamiento de las inequidades , sea que nos refiramos a la educación, al acceso a la salud, a las distancias entre las provincias pobres y ricas y, de manera cada vez más dramática, a las angustiosas brechas territoriales y urbanas, relativas al acceso a la tierra y la vivienda.Â
Asimismo, sostenemos que es necesario desactivar el discurso mistificador y acomodaticio que sostiene el gobierno nacional respecto de las grandes corporaciones , a la luz de los apoyos y alianzas que hoy se perciben entre éste y un amplio arco de grandes empresas, expandidas a lo largo de toda nuestra geografÃa, que incluyen desde los grandes productores de granos, notorias empresas industriales, hasta los actores trasnacionales de la minerÃa. Por último, estamos muy preocupados por la apertura de un nuevo ciclo de violación de derechos humanos , que hoy aparece minimizado desde el discurso oficial. Lejos de creer que muchas de las muertes ocurridas por represión en el último año y medio sean casuales u ocasionales, éstas tienen que ver con la estructura de alianzas polÃtica que promueve el Gobierno (con los gobernadores y los grandes actores económicos), asà como con la implementación de modelos de mal desarrollo, altamente excluyentes. Ejemplo de esto último es el PEA (Programa Estratégico Agroalimentario), que plantea como objetivo para el año 2020 producir 157 millones de toneladas de granos, para erigir a Argentina en lÃder mundial en el sector, a sabiendas de que ese proceso que incrementarÃa en un 60% la producción ya existente generará más acaparamiento de tierras, más desmontes, más expulsión de poblaciones campesino-indÃgenas y más criminalización y represión de la protesta. Otro, el avance de la minerÃa a gran escala : el escenario de pueblada que hoy se vive en Famatina, en La Rioja, las manifestaciones en RÃo Negro en contra de la reciente derogación de la ley que prohibÃa la minerÃa con cianuro, o las declaraciones difundidas en los medios del secretario nacional de MinerÃa, avalando proyectos que se llevarÃan a cabo en Chubut (provincia donde este tipo de minerÃa está prohibida), no nos hablan solamente de responsabilidades provinciales, sino que aluden también a dinámicas económicas promovidas por una baterÃa de polÃticas y leyes nacionales.Â
Esto no implica desconocer las medidas positivas implementadas por el Gobierno , como pretenden endilgarnos equivocada o maliciosamente algunos, a fin de minimizar nuestras crÃticas, y que incluyen aspectos importantes de la polÃtica de derechos humanos en relación al pasado dictatorial, la perspectiva latinoamericana, la expansión de la jubilación, la ley de medios, la asignación por hijo, el matrimonio igualitario o el restablecimiento de las convenciones colectivas. Sin embargo, no podemos diluir o autolimitar la crÃtica en nombre de “las transformaciones realizadasâ€, más allá de la valoración que cada uno haga de ellas. Tampoco podemos hablar de “asignaturas pendientes†o de meros “costados débiles†del modelo, que a futuro serÃan resueltos favorablemente, pues las crÃticas enunciadas en el documento aluden a cuestiones medulares, que van (re) configurando los nuevos marcos de exclusión de la Argentina contemporánea, e interpelan por esa misma razón lo que los argentinos entendemos por democracia. Por último, la repercusión positiva que obtuvo el primer documento de Plataforma 2012 refuerza la idea de avanzar en esta apuesta colectiva. Son numerosas las personas que desde distintos puntos del paÃs, desde diferentes ámbitos de la cultura, del pensamiento, del trabajo social y ambiental, de pueblos originarios, nos han hecho llegar su saludo entusiasta y apoyo activo, subrayando a través de ello la existencia de un pensamiento popular y crÃtico , por fuera y más allá de la hegemonÃa cultural del oficialismo.Â